jueves, 2 de mayo de 2013

Ola invernal Recomendaciones para el manejo y recuperación de suelos inundados







Una vez retiradas las aguas, es importante hacer una evaluación integral de las condiciones del suelo para tomar las decisiones correctas que permitan su recuperación y la estabilización del ambiente.
Corpoica

En un suelo inundado durante días o meses, el aire es reemplazado por el agua y esto evita toda posibilidad de provisión de oxígeno, lo que afecta la actividad biológica, el crecimiento de las plantas y la fertilidad del suelo. Por tal motivo, Corpoica elaboró una serie de recomendaciones para que los productores agropecuarios puedan recuperar sus predios una vez se retire el agua, más aún cuando se anuncia una posible reducción de las lluvias.

Los investigadores del Centro de Investigación Tibaitatá, aclararon que difícilmente se puede decir con exactitud el tiempo que demandará la recuperación de un  suelo que estuvo inundado, debido a que son muchos los factores que intervienen en este problema. Entre los más determinantes están el origen del suelo, la topografía, el tiempo bajo inundación, la calidad del agua que la causó y el nivel freático, entre otros.

Sin embargo, una vez se retire el agua, hay varias actividades que se deben llevar a cabo.

Evaluación integral
Con una evaluación integral, no parcial, de la situación se podrán tomar las decisiones correctas para avanzar en la recuperación de la productividad del suelo y en la estabilización del ambiente. Para ello, se recomienda llevar a cabo un diagnóstico que incluya el análisis y valoración de los siguientes aspectos:

Homogeneidad de la humedad superficial
Recorrer la zona para determinar la presencia de áreas anegadas y examinar la superficie para advertir la presencia de sedimentos y de una capa viscosa que sella el suelo, formada generalmente por limo, materia orgánica  descompuesta (algas y hongos). Este análisis se debe realizar lote por lote, ya que es posible que cada uno requiera de manejos distintos.

Para lograr la recuperación de estas áreas, se deben  hacer drenajes adicionales en busca de la cota más baja de la finca, sin que ello perjudique a los vecinos, o realizar drenajes comunes a varias fincas.

Profundidad del nivel freático
Para conocer la profundidad del nivel freático se realiza una perforación hasta encontrar el nivel de las aguas superficiales, de acuerdo con la pendiente del lote. Esta práctica es relevante para establecer que aunque superficialmente el suelo está seco, en profundidad se puede encontrar el nivel freático cerca de la superficie, lo cual limita el laboreo del suelo.

Características físicas y químicas del suelo
Con el propósito de conocer algunas características como la estabilidad de la estructura, el contenido de materia orgánica, tipo y cantidad de nutrientes, y la presencia de sales y sodio, entre otras, se recomienda extraer muestras de suelos a diferentes profundidades las cuales se deben enviar a un laboratorio para su respectivo análisis.



) La cobertura del suelo es una capa que amortigua el movimiento del agua. Por tanto, se debe procurar regenerarla lo mas rápidamente, evitando costras salinas y alcalinas e impedir la compactación.

Para la toma de muestras es conveniente que se realice por lote considerando la cobertura vegetal y la pendiente del terreno (tomar muestras de la parte plana por separado de las muestras tomadas en zonas de ladera). Por cada lote se deben tomar al menos cinco muestras, las cuales se mezclan en un recipiente limpio para extraer un kilogramo y enviarlo al laboratorio.

Características de la vegetación
La vegetación siempre es una buena indicadora de la condición que habita; la variedad y cantidad de especies permitirá hacer inferencias sobre el estado del suelo, su grado de compactación, presencia de sales o de sodio. Por ejemplo, cuando existe salinidad, muy posiblemente el cultivo presente amarillamiento de las hojas; en este caso se requiere de lavado del suelo para disminuir la concentración de sales.

Reconocimiento en campo de las características del suelo
Para reconocer características del suelo que no se expresan claramente en los resultados de los análisis físicos y químicos de laboratorio, se recomienda una perforación o calicata de alrededor de 40 cm de lado. A través de ésta se pueden identificar, por ejemplo, capas endurecidas o compactaciones, presencia y actividad de organismos del suelo, y ascenso de sales.

Aplicación de fertilizantes
La fertilización balanceada e integrada es otra práctica de producción que  depende del análisis químico de suelos y su interpretación, y de la demanda nutricional del cultivo. En función de lo anterior, se pueden determinar las fuentes y dosis de fertilizantes que se deben aplicar.

Por ejemplo, la prolongada falta de aireación del suelo afecta la actividad de los organismos que intervienen en la liberación de nutrientes a partir de la materia orgánica. Ante esto, la fertilización integrada contribuye a recuperar la disponibilidad de nutrientes. Esto es aplicación de fuentes químicas, orgánicas y biológicas que provean los macro y micro nutrientes demandados por el cultivo.

La fertilización se debe agregar paulatinamente en tiempo y forma, agregar más fertilizante del necesario podría generar problemas de contaminación. Respecto del fósforo, tanto la acidez provocada por la falta de aireación como la salinidad o alcalinidad pueden reducir la disponibilidad de este nutriente; de allí la importancia de conocer el pH antes de decidir su aplicación. Igualmente, para la aplicación de cal es indispensable conocer el pH y la saturación de aluminio.

Actividades en torno de la generación de coberturas
La cobertura del suelo es una capa que amortigua el movimiento del agua. Por tanto, se debe procurar regenerarla lo mas rápidamente, evitando costras salinas y alcalinas, además de impedir la compactación de la superficie por acción de las lluvias.

Cabe anotar que las coberturas pueden ser vivas (arvenses, abonos verdes, cultivos asociados) o muertas (residuos de cultivos anteriores, subproductos agroindustriales). Ambos tipos de cobertura, además de aportar materia orgánica al suelo y mantenerlo protegido de la acción directa de la lluvia, son fuente de alimento para incrementar la actividad biológica y mejorar la fertilidad del suelo.